Las coberturas que buscan reducir los riesgos financieros, puede ser de dos tipos: (i) naturales y (ii) financieras, las primeras corresponden a una gestión interna de la entidad, las segundas se desarrollan pactando derivados financieros en el mercado estandarizado o el en mercado mostrador – OTH -. Las coberturas naturales son aquellas en las cuales el instrumento de cobertura corresponde a un activo o pasivo financiero registrado en los estados financieros de la entidad o que vaya a registrarse, para su implementación es muy importante conocer la correlación de flujos y cifras del estado de situación financiera, determinando mediante pruebas de stress los niveles de exposición cambiaria sobre flujo de caja y balance. Las coberturas financieras es una estrategia de tesorería donde el instrumento de cobertura corresponde a un derivado financiero, la implementación de esta alternativa conlleva a estructurar políticas en aspectos como: el trading, infraestructura, recurso humano y técnico, atribuciones, seguimiento, contabilización (metodología sobre precios de mercado), informes gerenciales, niveles de tolerancia al riesgo (Var, Stop loss, otros), comité de riesgo y tesorería. Para ambas alternativas es necesario que las estrategias de coberturas se encuentren aprobadas por la Junta directiva de la entidad o el órgano que cumpla con esta función y además se efectué monitoreo permanente sobre los resultados De acuerdo con lo indicado en las normas internacionales de información financiera, específicamente el párrafo 6.2.3. de la NIIF 9 “para los propósitos de la contabilidad de coberturas solos los contratos con una parte externa a la entidad que informa, pueden ser designados como instrumentos de cobertura”. Para que existe contabilidad de coberturas es indispensable demostrar que la relación de coberturas es altamente efectiva, para lo cual es necesario que los flujos de la partida cubierta sean compensados por los flujos del instrumento de cobertura. Un detalle de esta condición se muestra en el siguiente gráfico: Oscar Galvez G. Gerente Financiero
Las normas internacionales de información financiera – NIIF – establecen que la contabilidad de coberturas es opcional, es decir no es obligatoria. Esto no debe confundirse con la obligación de una entidad de registrar todos contratos financieros, en el caso que no se quiera atender los principios contables de la contabilidad de coberturas la entidad está obligada a medir, registrar y revelar los derivados financieros que fueron pactados tanto el mercado estandarizado como en el mercado mostrador – OTH – como derivados de especulación, donde todas las variaciones en el valor razonable de los derivados financieros deben registrarse con afectación al estado de resultados. Para las entidades que adopten los estándares internacionales de NIIF plenas, en la que refiere a la contabilidad de coberturas deben acogerse a lo establecido en la NIC 39, NIIF 7 y NIIF 9; para las entidades que se acogen a las NIIF para Pymes deben aplicar los parámetros establecidos en la sección 12 “Otros Temas relacionados con los Instrumentos Financieros” Una cobertura busca fundamentalmente anular o reducir el riesgo financiero que presenta una transacción registrada contablemente o que vaya a ser registrada, este riesgo se origina en la variación de precios que producen las volatilidades de los mercados financieros. Una cobertura financiera, también llamada relación de cobertura tiene dos (2) componentes, la partida cubierta o posición primaria y el instrumento de cobertura. La partida cubierta o posición primaria es la transacción registrada en los estados financieros o que en el futuro se estima registrar y el instrumento de cobertura es la partida contable o derivado financiero con el que se busca anular o reducir los efectos adversos en la partida cubierta originados en las volatilidades de los precios del mercado financiero. Una entidad puede determinar cómo partida cubierta o posición primaria (i) a un activo reconocido (ii) un pasivo reconocido (ii) una inversión en el extranjero (iv) una transacción altamente probable y, (v) un compromiso en firme no reconocido. Como instrumento de cobertura se puede designar: un derivado financiero, llámese swap, forward, opción, futuro, entre otros o “un activo financiero o pasivo financiero, medido a valor razonable con cambio en resultados. Salvo pasivo financiero que…